En este libro de ideas vamos a aprender a despejar las encimeras de objetos que no deberían estar ahí o bien es más recomendable que se sitúen en otro lugar. Muchas veces en las encimeras cometemos el error de llenarlas con pequeños electrodomésticos, adornos, bols con frutas… Objetos que nos dificultan el poder cocinar con comodidad y espacio. Veamos a continuación cuáles son los 13 objetos que te recomendamos que no estén en tus encimeras. ¿Preparado?
Tener un bol de frutas ocupando espacio en la isla de la cocina no es una buena idea. Hay que buscarles otra ubicación como puede ser dentro de esos pequeños muebles fruteros con cajones de enrejillado de varillas de metal que están diseñados para este fin.
Aunque se vean espléndidos como en esta isla de cocina, parece conveniente que los adornos florales no los tengamos en la misma área donde se hacen los preparativos de los alimentos para seguidamente cocinarlos. Lo más apropiado es colocar el florero en un centro de mesa del salón o en la propia mesa del comedor.
Lo suyo es reubicarlos y situarlos en la biblioteca junto a los demás libros. De esta forma dejamos espacio libre para la vajilla o los juegos de copas de vino o cerveza que se usan más frecuentemente. Se puede dejar alguno de los que miramos constantemente, pero el resto hay que llevarlos a la biblioteca.
Es mucho mejor tenerlos guardados fuera de la vista. Con ello conseguimos que no se ensucien de la grasa que en una cocina siempre hay flotando en el ambiente cuando se cocina y además dejamos más espacio liberado, para tener la posibilidad de trabajar sin tanto objeto por el medio. Hay que tratar de conseguirlo.
Es frecuente que en las cocinas se ubiquen colecciones que ocupan mucho espacio y que además por estar en zona con grasa en suspensión se acaben manchando. Desde juegos de tazas de café a juegos de teteras lo mejor es reubicarlas en un sitio que no se manchen de grasa.
Hay muchas ocasiones en las cuales tenemos tantos tarros de comida en conserva que parece que vamos cogiendo los que están situados en primera línea y los que están situados en segunda o tercera línea no los consumimos, pasando así el tiempo y aumentando la probabilidad de que la comida que guardamos esté caducada.
El espacio de la cocina no parece el más adecuado para tener expuesto el juego de té de plata que heredamos de algún familiar. Es más conveniente tenerlo ubicado en el comedor o en el salón, entre otras razones porque no se te manchará de grasa y porque lucirá más en estos espacios. Otra alternativa es tenerlo guardado y sacarlo puntualmente cuando la ocasión lo requiera.
Las plantas son sinónimo de trasmitir vida a cualquier espacio, pero no por ello tenemos que llenar de plantas en este caso la cocina, pues en la cocina hay que primar que los espacios estén lo más libres posible para trabajar en ellos. Lo más conveniente es colocar macetas con plantas colgantes y que las tengamos situadas en la zona superior de los muebles, que ahí no estorban, de esta forma podremos tener plantas en la cocina.
En la cocina tener a mano las cacerolas y las sartenes que usamos en el día a día puede ser muy cómodo y hasta práctico. Pero tener toda la batería de cacerolas y sartenes en exposición delante de nuestra cabeza, puede ser una contaminación visual del espacio, además de transmitir un cierto desorden. Lo más conveniente es elegir las que usamos y el resto guardarlas.
La mesa de comedor que usamos en el día a día, muchas veces se utiliza para la preparación de los alimentos para seguidamente cocinarlos o bien en el horno o en la placa de cocina. Una vez que hemos leído el periódico del día, lo suyo es colocarlo en un revistero.
Cuando en el espacio de la cocina tenemos sobre la isla un par de canastas y sobre las encimeras un sinfín de jarras colocadas encima sin mayor orden. En el momento que requiramos el espacio de esas encimeras para trabajar sobre ellas para preparar los alimentos para cocinarlos se producirá la situación de no saber que hacer con tanta canasta y jarra.
Es obvio que el suelo de la cocina no se puede considerar que sea una superficie de trabajo, pero el introducir una alfombra en la cocina es algo que puede tener su lado bueno, tanto en cuanto las posibles salpicaduras cuando se fríe algún alimento no acaban directamente en el pavimento con la posibilidad de que te resbales, pero tiene el inconveniente de que muy a menudo vas a tener que meterla en la lavadora precisamente porque recibirán todas esas salpicaduras.
En las cocinas actuales es frecuente ver un juego de cuchillos de diversos tamaños de hoja y para distintos usos que están introducidos en una madera con huecos hechos en ella para tenerlos colocados. Lo que si parece claro es que es algo que se usa con frecuencia pero lo suyo es situar la madera atornillada a un área sobre la encimera para que no ocupe sitio y entorpezca el uso de la encimera.
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