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En Roses, un municipio de la provincia de Gerona perteneciente a la preciosa Costa Brava catalana, se encuentra el edificio objeto de nuestro libro de ideas. Es un lugar turístico, debido a su enorme potencial, ya que cuenta con varias playas y dos puertos, uno pesquero y otro deportivo.
-Lugar de deseo de muchas personas durante los meses de verano-
Y es en este contexto donde nace el apartamento diseñado por los arquitectos de Ruiz Narvaiza Associats, en el que la luminosidad se eleva a la máxima potencia, creando estancias veraniegas y frescas, a la vez que muy acogedoras.
Para empezar nuestra visita, os hemos traído la fotografía que más caracteriza a toda la vivienda debido al uso de sus materiales y a la sensación que nos aporta. El blanco es el color por antonomasia. Lo vemos en los muebles de la cocina, en la mesa y sillas del comedor, en las paredes, en el techo. Pero sin embargo, el pavimento se reviste de anchos listones de madera clara, aportando un toque de calidez al ambiente.
El espacio principal de la vivienda es la zona común compartida por la cocina, el comedor y el salón. En la imagen vemos la mesa del comedor completamente integrada en este espacio. El objetivo era generar una estancia amplia, sin límites para que la luz entrara libremente, sin fronteras, sin particiones.
Dos lámparas de techo muy originales cuelgan sobre la mesa del comedor, definiendo delicadamente la zona destinada a este.
Si volcamos nuestras miradas en el salón, vamos a comprobar que se trata de una estancia sencilla, minimalista, sin exceso de mobiliario, pero muy pensada. Los muebles son, en su mayoría, blancos. Y los que no lo son, optan por la madera. De esta forma, se mimetizan con el ambiente general. Incluso algunos de ellos pasan casi desapercibidos.
Dentro del dormitorio descubrimos que ya no solo hay madera y color blanco, sino que aparecen marrones, grises y morados. Aquí el objetivo era generar un estancia muy acogedora y cálida. Las líneas minimalistas del salón siguen estando aquí presentes, como podemos apreciar sobre todo en las juntas de los paneles, armarios, muebles de líneas sencillas y ortogonales y la iluminación casi oculta bajo la cama.
Y como cabecero, ¡nada más original que la pared del cuarto de baño! ¿Habíais pensado en esta posibilidad? Una forma estupenda de ganar espacio y generar relaciones espaciales y visuales muy interesantes.
Al otro lado del cabecero, pasando la pared de cristal, entramos en el cuarto de baño. Una pequeño antepecho es el que aloja el lavabo, tan pequeño y sencillo que casi no se ve. Es una mezcla entre lavabo, armario y pieza decorativa.
La lámina de cristal sobre el antepecho es la que conecta visualmente el baño con el dormitorio y permite la entrada a este de luz natural.
Y para terminar, la imagen de una de las duchas, con un delicado cerramiento de cristal. En este cuarto de baño, la luz es la protagonista indiscutible, la cual se refleja por todos sitios gracias al uso del vidrio y el color blanco. Pero aquí se han colado unos colores que no habíamos visto en el resto de la casa, como el rojo del pequeño taburete de la ducha.
