Suelos laminados: ventajas e inconvenientes

Isabel Rodríguez Isabel Rodríguez
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Los suelos laminados han ganado una amplia popularidad en los últimos 20 años. Gracias a su fácil instalación, sus competitivos precios y su sencillo mantenimiento es normal que cada día sumen nuevos defensores de esta tendencia que ha llegado para quedarse. Esto es debido, fundamentalmente, a que se han convertido en una alternativa  óptima al tradicional parquet que pierde posiciones aunque sigue siendo la opción preferida por quienes buscan darle a sus interiores la inconfundible calidez que aporta la madera a los ambientes. 

En este libro de ideas repasamos las principales ventajas que se pueden encontrar en los suelos de tipo laminado, pero también de alguno de los inconvenientes que este tipo de suelos presenta. Además, elaboramos una clasificación de los principales tipos que existen, así como los consejos para mantenerlo limpio y cuidado. Si estás pensando en instalar este tipo de suelo en tu próxima reforma, coge papel y bolígrafo y no te pierdas ninguno de los puntos que relatamos a continuación.

​Ventajas de los suelos laminados

Como en cualquier otro material destinado al pavimento del suelo hay luces y sombras. El capítulo de ventajas y desventajas de los suelos laminados es amplio así que empezaremos por las bondades principales que ofrecen. Las más populares son:

- Amplio catálogo de modelos: Si por algo se caracterizan lo suelos laminados es por presentar el mismo número de alternativas de maderas que encontramos en la propia naturaleza. A esto hay que sumar que muchas de esas imitaciones presentan a sus vez múltiples modelos, lo que amplía más si cabe ese catálogo.

- Fácil instalación: Para instalar un suelo laminado no es necesario retirar el suelo anterior, sino que este puede ser colocado encima. Además, no es necesario acuchillarlo como ocurre con el parquet, ni barnizar.

- Es económico: Aunque los precios varían en función del tipo y modelo seleccionado, los suelos laminados tienen precios muy económicos. Se pueden encontrar suelos de este tipo por menos de 6 euros el metro cuadrado.

- Es resistente: Pese a la errónea creencia de que los suelos laminados gozan de poca resistencia, existen modelo tan duraderos como los tradicionales suelos de parquet.

​Desventajas de los suelos laminados

En cuanto a las desventajas que este tipo de suelos tienen se encuentran, principalmente:

- Debilidad en las juntas: No ocurre siempre pero es importante realizar una instalación correcta para evitar este problema, más habitual de lo que se desearía. 

- Cambio de patrones: Cada cierto tiempo los patrones del laminado cambian. Es importante guardar láminas de reserva por si ocurriera cualquier incidente. De no hacerlo será realmente complicado poder sustituir la pieza deteriorada. 

- Electricidad electroestática: Es común que los suelos laminados produzcan carga electroestática, se debe tener precaución cuando se toca algo metálico o se roza a otra persona. Este problema suele ser realmente frecuente en materiales de baja calidad que no incluyen entre sus características un tratamiento antiestático.

​Tipos de suelos laminados

Como comentábamos al inicio de este libro de ideas, una de las características más importantes de los suelos laminados es su amplia gama de acabados. Esto hace que su clasificación sea realmente complicada. Lo más sencillo es realizar dicha separación siguiendo tres factores: su aspecto, su durabilidad y el tratamiento que lleva el material. En cuanto a los colores que podemos encontrar en el mercado la clasificación quedaría de la siguiente manera:

- Los tonos claros: En esta clasificación se encuentran  desde el catálogo de blancos a los tonos grises y beiges.

- Los tonos oscuros: Perfectos para hogares de corte vanguardista. Van desde el negro azabache a los marrones más oscuros.

- Los tonos naturales: Son los más comunes y solicitados y son aquellos que imitan de manera más fiel los tonos de la madera. Los más comunes son aquellos suelos laminados que imitan a maderas como el roble, el pino o la haya.

Existiría una cuarta tipología para aquellos suelos laminados que buscan imitar otros materiales como la piedra o el metal. Son más extravagantes y costoso que los anteriores.

Durabilidad y tratamiento

Siguiendo con las diferentes tipologías, en términos de durabilidad existen cuatro tipos de niveles: desde el basic, que tendría una resistencia de 5 años al más avanzado que puede llegar a resistir los 20 o incluso los 30 años, depende del fabricante.

Por último la clasificación del suelo laminado puede hacerse dependiendo del tratamiento que este contenga. Entre los tratamiento más comunes que se le pueden aplicar a los suelos laminados se encuentran: 

- Antibacteriano: Es perfecto en casa con animales, evita que el suelo acoja colonias de bacterias provenientes del pelo de las mascotas o de los propios zapatos. 

- Antiestático: Se mencionaba anteriormente. Este tratamiento evita las molestas descargas de electricidad estática. Además reduce la acumulación de polvo, muy frecuente en los suelos laminados. 

- Antirayado: Otorga al suelo una resistencia y durabilidad extra contra el rayado de muebles, sillas…  

- Antideslizante: Es muy útil si el suelo laminado va a ser instalado en estancias como la cocina o el baño donde es frecuente que la humedad sea más alta.

Suelos laminados en cocinas y baños

Es frecuente que se descarte la idea de instalar suelo laminado en estancias como la cocina y el baño. Esto ocurre por desconocimiento dado que, tradicionalmente, la madera ha sido un material vetado tanto en el baño como en la cocina. Sin embargo, hoy en día existen alternativas que permiten esta posibilidad con resultados muy buenos, tanto en durabilidad como en diseño.

Antes de plantearse la idea de instalar un suelo laminado en la cocina y en el baño, hay que tener en cuenta que son estancias con necesidades diferente.

El baño suele tener un grado de humedad mucho más alto que la cocina y, por tanto, el tratamiento del suelo laminado debe ser distinto. Las lamas de PVC suelen ser una buena opción para evitar futuros quebraderos de cabeza. Por otro lado, la cocina está continuamente expuesta a salpicaduras y, en consecuencia, la resistencia del suelo debe ser mucho mayor. Para solventar estas dudas y tener el mejor resultado, lo ideal es dejarse aconsejar desde el primer momento por expertos en la materia. Estos garantizarán la mejor elección así como la instalación más óptima.

Mantenimiento

Cómo limpiar suelos laminados no tiene mayor misterio que limpiar un suelo de tarima. Lo más recomendable es pasar una mopa de manera diaria. Es aconsejable desechar la idea de aplicar productos de muebles en la mopa. Estos contienen siliconas que harán que se noten más las pisadas y se oscurezcan los empalmes de las tablas. Lo mejor es comprar productos específicos para el suelo laminado que lo mantengan siempre protegido.

Una vez a la semana es recomendable fregarlo con un limpiasuelos indicado para ello. Si se ha tenido un percance y alguna lámina está algo deteriorada, lo mejor es comprar un kit reparación para suelos laminados. Estos kits dan muy buenos resultados si el daño no es profundo, si así fuera la lámina debería ser retirada y sustituida por una nueva.

Si quieres seguir conociendo más detalles acerca de los suelos laminados seguro que te interesa nuestro artículo: Suelo de imitación a la madera, encanto y funcionalidad. En él encontrarás un sinfín de ejemplos de suelos laminados con  ideas perfectas para tu nueva reforma.

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