¡Haz que tu nevera dure para siempre!

Silvia Regalado Silvia Regalado
Cocina en Peguerinos (Ávila), Gamahogar Gamahogar Nhà bếp phong cách mộc mạc
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La nevera es uno de esos electrodomésticos indispensables en toda cocina. De esos que jamás desearíamos que se nos dañara. Sin embargo, su uso constante nos hace muchas veces pasar por alto ciertos aspectos para su correcto mantenimiento, llegando al punto de sorprendernos cuando ya es demasiado tarde y nos vemos obligados a recurrir a un técnico. Tú puedes evitar que esto suceda siguiendo recomendaciones muy sencillas con las que lograrás darle ¡larga vida a tu nevera!

Que no pase un día sin ordenarla un poco

Probablemente el trajín de tu rutina diaria hace que, una vez hecho el mercado, no le dediques mucho tiempo a organizar las cosas que vayan dentro de la nevera; y si tienes una familia numerosa, el desorden puede ser peor. Para que puedas contrarrestar ese caos, es fundamental que mantengas un orden en la ubicación de cada frasco, jarra, verdura, o cualquier cosa que guardes dentro de tu nevera. Invita a los demás miembros de tu familia a que contribuyan a mantener la ubicación de las cosas. No solo te servirá para encontrar rápidamente lo que vayas a buscar, sino que también ese orden ayudará a que puedas almacenar más cantidad de cosas.

¡Deshazte de los malos olores!

A veces se hace inevitable tener olores fuertes en la nevera, ya sea a causa de algunas comidas preparadas muy condimentadas, o algún tipo de alimento con olor particular. Para evitar esto existen varias soluciones caseras que te pueden ayudar. Una de las más usadas por su efectividad es la del empleo del limón, que consiste en exprimir el zumo y colocarlo en un recipiente dentro de la nevera. Otra, es poner un limón partido por mitad con algunos clavos enterrados. De igual manera, el café también es muy útil para eliminar los malos olores. Puedes colocar en un recipiente café molido (o incluso también sirve el café ya usado) y guardarlo dentro del refrigerador. Lo importante es que recuerdes renovar cada cierto tiempo el método que hayas decidido utilizar, hasta que el mal olor haya desaparecido por completo.

¡Dale espacio para respirar!

Otro aspecto que debes considerar es la distancia que debe haber entre la nevera y la pared, la cual debe ser de por lo menos unos 5 centímetros. De esta forma tendrá un espacio para respirar, algo que es fundamental para los artefactos eléctricos. Pues de no tener una correcta ventilación puede correr el riesgo sobrecalentarse o presentar alguna falla técnica.

Descongela regularmente el freezer

Si tu nevera es de sistema convencional, también llamado frost o frío directo (de las que producen escarcha para enfriar), debes estar pendiente de descongelarla con cierta frecuencia. Pues no querrás sufrir la incomodidad de que se te acumule tanto la escarcha que luego no te quepa nada en el refrigerador. Recuerda que mientras más tiempo dejes que pase, más demorará en descongelarse, así que lo mejor es que estipules un período de tiempo para hacerlo cada tanto. Ese cálculo variará dependiendo del tamaño y la potencia de la nevera. Si deseas evitar hacer este trabajo, lo mejor es que optes por una nevera con tecnología no frost, que refrigera de manera uniforme, repartiendo el frío más rápidamente.

Limpiecita por dentro y por fuera

Una nevera que brille de limpieza, tal y como se ve en la foto de Gama Hogar garantiza un buen funcionamiento. No permitas que se te acumulen manchas, derrames, ni nada por el estilo, ya que al estar en frío éstas se endurecerán haciendo más difícil su limpieza después. Una buena manera de limpiarlas en su interior es, primero que nada, desenchufándola para que no gastes tanta energía pues deberás tenerla mucho tiempo abierta. Luego, desocuparla por completo botando aquello que ya no sirva y sacando por completo sus cajones. Una vez despejada el área, utiliza agua con vinagre para limpiarla a fondo, desde las juntas de las puertas, los cajones y cada uno de sus niveles. Por fuera realiza la misma operación del agua con vinagre con un trapo. Por último, no olvides retirar la bandeja de drenaje que se encuentra en la parte de abajo. Seca bien y vuelve a colocar todo en su lugar.

¡Cero bacterias!

Relacionado con la falta de limpieza, está la proliferación de bacterias. Aunque el frío retarda la creación y proliferación de éstas, no las detiene por completo. No hay nada mejor para evitarlas que manteniendo un adecuado aseo tal y como lo describimos en el punto anterior. De igual forma, evitar guardar alimentos por mucho tiempo. Al descuidarlos suelen dañarse. También es muy importante comprobar que la temperatura esté entre 1°C a 4°C, ya que una de las principales causas de la proliferación de las bacterias es la fluctuación de grados o la rotura de la cadena de frío. Asimismo, mantener la puerta bien cerrada y separar los alimentos crudos de los cocinados.

Estas son las recomendaciones que te ofrecemos para que evites cualquier inconveniente con tu nevera y puedas disfrutar de ella por mucho tiempo más.

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