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Vivir en un departamento puede ser un desafío para quienes estén acostumbrados a vivir en un lugar espacioso, con jardín, aire libre, árboles y naturaleza por doquier. Pero una vez acostumbrados, los departamentos ofrecen muchas comodidades que son dignas de tener en cuenta.
Vivir en la planta baja de un departamento es una grandiosa idea. Entre algunas de sus ventajas, nos deja la libertad de mover los muebles sin hacer sufrir a nuestro vecino de abajo por los chirridos de las patas sobre el suelo. También podemos correr y bailar sin temor de recibir escobazos sobre nuestro suelo. Podemos, además, entrar y salir de la casa de una forma más rápida, lo que nos ahorra ese tedioso viaje en ascensor (especialmente si vivimos en un piso muy alto). Pero además tienen algunos detalles a tener en cuenta: la calle ruidosa, el polvo constante y la falta de privacidad en los patios internos.
A pesar de esto, las ventajas de vivir ahí son mucho mayores que las desventajas y, para probarlo, ¡hicimos esta nota!
Si vivimos en una casa de un sólo piso, sabemos lo lindo que es tener un espacio verde con plantas a la altura de nuestros ojos. Por eso, es una gran idea crear un pequeño jardín que podamos disfrutar en la parte de adelante de la casa.
Debemos consultar sobre los reglamentos de construcción de la zona, pero podemos plantar nuestras flores preferidas y crear un espacio de uso familiar sin mucho más esfuerzo que el de poner una cerca. Si queremos delimitar el espacio de otra manera, podemos poner plantas altas para así tener un poco más de intimidad.
Si vivimos en una casa, es probable que no tengamos que padecer a los ascensores, pero si vivimos en un edificio es probable que tengamos más posibilidades de tener que tomarlo cada vez que deseemos subir o bajar de nuestra casa.
En cambio, si vivimos en una planta baja no tenemos que sufrir sus roturas o el tiempo que nos demora.
A la hora de la mudanza, muchas empresas cobran un monto extra por subir objetos contundentes por escalera por el esfuerzo extra que implica para los peones. Si estamos con el dinero justo para hacer la mudanza, esto puede complicar bastante los números. Pero si no tenemos escaleras, nos ahorraremos todo este malestar y ¡todo ese dinero!
