A primera vista, reconocemos en esta casa el espíritu de barrio que tenían los edificios más antiguos de Oporto, en Portugal. Situada en un pequeño callejón sin apenas ruido, se levanta esta vivienda de líneas simples y tradicionales. Sin embargo, muchas de estas casas tienen hoy en día un moderno y sofisticado interior.
Así es la casa que vamos a mostrarte en este libro de ideas. Modesta en su exterior, juvenil y moderna en su interior. A primera vista parece pequeña pero está tan bien optimizado el espacio que la percepción que tenemos es de que sea mayor de lo que parece a simple vista.
Los espacios son funcionales y se han distribuido de tal forma que los residentes de esta vivienda tengan un día a día lo más cómodo y agradable posible. Por no hablar de la decoración… ¡una auténtica maravilla!
No pierdas detalle…
Como ya hemos avanzado, la casa está diseñada con líneas simples. Es de color blanco y las ventanas tradicionales están protegidas por persianas de gradiente pintadas en un tono azul claro. Es una fachada amable y agradable, sin mayores pretensiones
. Sin embargo, lo que esconde en su interior es mucho más que algo corriente…
La entrada principal está ligeramente elevada y el acceso se realiza a través de tres escalones blancos. Pero vamos a verla por dentro… ¡prepárate para una auténtica sorpresa!
Los profesionales de la empresa Ossigeno Architettura son los responsables de esta remodelación y recuperación. La intervención fue, sin duda, un éxito.
La casa tiene un interior totalmente contemporáneo, donde quedaron al descubierto materiales rústicos tales como la pared de ladrillo, las vigas del techo pintadas de blanco y los suelos de microcemento.
Los elementos decorativos elegidos para esta casa no son excesivos, son pequeños detalles, pequeños adornos para decorar el espacio sin saturarlo. La apuesta profesional recae sobre piezas de diseño que destacan sobre el conjunto. Este es el caso de las lámparas suspendidas que con sus hilos de colores, se entrelazan al dejarse caer
desde el techo. La mesa, a la que se le dio una nueva capa de pintura también destaca sobre el resto.
La cocina tiene forma de L
con el fin de responder a una mejor organización, a una mayor funcionalidad. En este sentido, el mueble tiene un papel destacado. El mobiliario es de color blanco con líneas suaves, minimalistas y proporciona un almacenamiento funcional, ordenado y accesible.
El juego de las baldosas hexagonales en blanco y negro le da ritmo al espacio y rompe la monocromía.
En el área de descanso, en el dormitorio, lo más importante es que se produzca un ambiente que transmita tranquilidad.
En este caso, esta habitación conserva la línea sencilla de la casa y disfruta de las ventajas de la iluminación natural. Por otro lado, no tiene muebles llamativos o demasiado grandes. Se ha apostado por un estilo retro, que es sencillo y fácil de combinar.
Además el dormitorio está lleno de diferentes textiles que proporcionan distintas texturas, pero todas muy cálidas y agradables. Detrás del cabecero la pared es de ladrillo, esta vez pintada en blanco.
Terminamos nuestro recorrido por este piso portugués en el baño. En este espacio, encontramos el blanco y el gris como únicas tonalidades.
El baño es moderno y cómodo, a pesar de su pequeño tamaño. Además se introdujo el famoso truco del gran y alargado espejo para dar sensación de amplitud y luminosidad.
El radiador de la toalla es otro detalle práctico y cómodo. Que cuando salimos de la ducha o la bañera, haya una toalla caliente para abrigarnos, es algo que todos queremos… ¿verdad?