Una casa en horizontal ¡fantástica!

María Bausán María Bausán
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En realidad se llama casa P-M, pero nosotros la hemos bautizado como casa en horizontal. Y es que las líneas rectas que dibujan este espectacular proyecto del estudio J-M Arquitectura son predominantemente horizontales. Volúmenes puros en un edificio cuya planta en L permite la comunicación directa de cada habitación con el espacio exterior. Un proyecto que nos llega de la mano de las fotografías de Andrés García Lachner y que descubrimos, paso a paso, en este libro de ideas.

Vertical y llena de transparencias

En esta imagen de la fachada principal descubrimos una vivienda en la que, además de las ya mencionadas verticales, otro elemento destaca por encima del resto. Se trata del diálogo que la fachada mantiene con el exterior. Y es que, aunque estamos en la cara más cerrada de la vivienda, que mantiene así su intimidad de cara a los demás separando los espacios públicos de los privados, ya intuimos las transparencias que se van dando alrededor de la misma.

La importancia del vidrio

Seguimos hablando de las transparencias de la vivienda, que consigue a través de puertas correderas de vidrio comunicar el dormitorio principal, en primer término, y la terraza con el espacio exterior. Precisamente destacamos el lugar que ocupa esta terraza, a medio camino entre lo puramente interior y el jardín. Un espacio de transición que bebe de los dos y que atesora las ventajas de ambos pero ninguno de sus inconvenientes.

La terraza en detalle

Nos acercamos a la terraza y la observamos en detalle. Se trata de un espacio abierto y cerrado al mismo tiempo, cubierto con un juego de techumbres que combinan la transparencia y la sombra. Los materiales naturales, tanto en el pavimento como en la cubierta ayudan a dar una mayor sensación de confort. Desde aquí observamos también mejor el uso de las puertas correderas y los revestimientos de vidrio en los laterales.

Espacios interconectados

El primer espacio del que nos hacemos eco se trata de la gran sala que compone la zona de día. Todos los usos de la misma se agrupan en un mismo espacio que, sin embargo, sabe delimitar cada rincón. De esta forma, la amplia cocina se esconde detrás de la barra de madera en L que le sirve de separador con el comedor.

Un muro de piedra

Giramos sobre nuestros talones y descubrimos el resto de la sala. Aquí, la separación entre el comedor y el salón se construye a través de los revestimientos. El comedor está rodeado de vidrio, mientras que en el salón nos encontramos un llamativo muro de piedra en tonalidades grises que le dan un aire muy urbano y sofisticado. No obstante, la luz sigue siendo la gran protagonista de la sala, ya que este muro no va de suelo a techo y acaba rematado por ventanas.

En lo más alto

La luz no solo viene de los laterales, también de lo más alto como vemos en esta imagen. Una claraboya riega de luz el vestíbulo de la casa, que funciona a la perfección como un espacio articulador de la vivienda.

Dormitorio a dos alturas

Abandonamos la zona de día para descubrir la de noche. En el dormitorio principal dejamos de hablar de horizontalidad para recalcar su verticalidad. Se trata de una habitación con doble altura y es este espacio superior el que marca el carácter de la misma, en especial su escalera de caracol en metal, que se retuerce para llevarnos a lo más alto.

El cuarto de baño principal

Terminamos este recorrido asomándonos al cuarto de baño del dormitorio principal. Aquí lo más destacable es, indudablemente, el espacio destinado a la lucha: revestimiento en piedra, la iluminación a través del tragaluz en el techo y el vidrio que no nos abandona tampoco en esta estancia. 

Con esto acabamos, si quieres seguir leyendo sobre casas espectaculares no te pierdas el artículo Moderna y brillante: ¡una casa gaditana!

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