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Alemania es una país que nos ofrece mucho más de lo que en un principio podemos imaginar. Lo que conocemos de ella es a veces algo tan superficial como el Oktoberfest -la fiesta de la cerveza de Munich-, la Augustiner o el Dirndl. Sin embargo, Alemania está compuesta por muchos pueblos que albergan miles de casitas de cuento rodeadas de bosques infinitos que merece la pena descubrir. Por esto motivo os hemos traído un proyecto ubicado en uno de estos enclaves bávaros y cuyo diseño de iluminación ha sido realizado por los expertos Licht-Design Skapetze GmbH & CO. KG. Se trata de una casa con dos niveles, aislada y rodeada de jardín que cuenta con estancias adaptadas a la vida en familia.
¿Queréis conocer un poco más?
La primera imagen que os traemos es de la fachada hacia la calle. Pero como podemos comprobar, se trata de una calle tranquila en la que cada uno que pase por allí prácticamente no se notará. Aquí los espacios verdes en general están completamente abiertos, lo que hace que el límite entre el espacio público y el privado se diluya, generando lugares mucho más amables.
En cuanto a la imagen que proyecta la vivienda hacia el exterior, hay que decir que se trata de una construcción que se mueve entre lo tradicional y lo moderno, adaptándose a la estética de las construcciones vecinas, pero introduciendo nuevos elementos como las carpinterías negras que contrastan con las paredes blancas o las superficies revestidas de listones de madera horizontales.
A diferencia del exterior con colores neutros, los interiores juegan con colores más vivos y llamativos, con la intención de aumentar la energía del día a día cuando fuera sea un día profundamente gris. Por eso el salón ha utilizado el verde como color predominante, en el sillón, en la alfombra y en algunos elementos decorativos.
La sala de estar común concentra el salón, el comedor y la cocina al fondo, de tal forma que este sitio se convierte en el central de la familia, donde va a tener lugar la mayor parte de las actividades cotidianas.
La cocina se centra en conseguir un ambiente cálido y acogedor. Y lo consigue gracias en parte a esa mesa de madera maciza que ocupa todo el centro y contrasta con los muebles blancos de la cocina y las sillas del comedor. Las lámparas que cuelgan sobre la mesa, formadas por botes para guardar la pasta, aportan el toque original a este espacio.
Si hacemos zoom a la cocina vemos que se trata de una estancia muy funcional y cómoda, con muebles blancos organizados en dos bloques compactos, uno pagado a la pared y otros que funciona como límite que la separa del comedor y que alberga gran cantidad de armarios. Los muebles blancos y con superficie terminada en brillo forman una buena combinación con la madera del pavimento.
Si el salón era fan del verde, el dormitorio principal usa el azul pastel como guía. Un color que vemos en la pared, en la ropa de cama y en el conjunto de cojines de distintos tonos de azul. La iluminación vuelve a ser clave en esta habitación con esa lámpara tan original que cuelga del techo inclinado.
Elegante, muy elegante. Así es el cuarto de baño que juega con el blanco y el negro a partes iguales. El pavimento de baldosas antideslizantes negras aporta un toque de sofisticación que se complementa con muebles y sanitarios modernos, como el lavabo, una pieza de líneas rectas suspendida sobre el suelo.
El dormitorio infantil se ha diseñado como un lugar donde poder soñar en el que la creatividad encuentra su sitio. Destaca por el uso del color rosa fucsia, por el amarillo y el morado, por una decoración alegre y fantasiosa y por una iluminación muy cuidada que es la clave para conseguir esta atmósfera tan especial.
