Cada niño es un mundo, y eso hace que cada habitación difiera de la contigua. Su edad va marcando sus gustos y, con éstos, va mutando la decoración que eligen para su habitación. Por eso, será interesante buscar en el equipamiento de su habitación una doble funcionalidad: por una parte, la utilidad de los objetos, que sirvan para proporcionar el bienestar que queremos dar a nuestros pequeños y, por otra, que se trate de elementos llenos de estilo y clase para que otorguen carácter y belleza a nuestros espacios. Finalmente, no olvidemos que, cuanto mejor acondicionada esté la habitación de nuestros pequeños, más tiempo pasarán en ella, lo que deriva en una mayor tranquilidad para nosotros, los padres. Aquí unos consejos.
Irene Rey nos presenta una idea que destaca por su originalidad y su innovación. Se trata de una pared-pizarra que brinda a nuestros hijos la oportunidad de pintar en la pared (algo que, si lo hacen en otro contexto, podría enfadarnos bastante). Son muchas las ventajas que nos proporciona: dará rienda suelta a la imaginación de nuestros hijos, servirá de elemento decorativo de la habitación y fomentará la creatividad de los pequeños. Todo ello sin dañar nuestras paredes y haciendo a los niños los protagonistas de su propio espacio.
Poquito a poco nuestros pequeños empiezan a acumular mucha ropa, juguetes y objetos de diversa índole de los que no se quieren desprender. Por eso, es necesario que contemos con la mayor capacidad de almacenamiento posible. De ahí que el armario que se observa en la imagen sea una opción muy interesante: cajones, estantes, altillo y ropero: todo lo necesario para los enseres de nuestros hijos (que no son pocos). Eso lo sabe Irene Rey.
Es indudable que el crecimiento de nuestros pequeños hará que reclamen nuevas tendencias y gustos a fin de reafirmar su personalidad. Es probable que la edad más difícil sea la época adolescente, en la que sólo él o ella será el o la adecuada para determinar su propio estilo. Lo que nosotros sí podremos diseñar son los aspectos básicos de su habitación. Entre otros, podremos buscar un espacio que haga de arcón para guardar los objetos que el tiempo y su paso han decidido quitar de en medio. Para fomentar su interés por la lectura (en una edad en la que se pueden distraer con mucha facilidad), un flexo cerca de la cama los ayudará a conciliar el sueño todas las noches con mayor facilidad. Algo en lo que ya ha pensado Estudio Rey.
Adolescencia es un término que a menudo viene relacionado con la palabra rebeldía. En ocasiones, tenemos que poner todo nuestro empeño en conseguir que no se supere el límite de ruido que toleramos o que se mantenga el orden que pretendemos. Aunque ya sabemos que no es fácil, al menos podrá ayudarnos si se lo ponemos fácil a nuestros adolescentes. De ahí que sea importante colocar muebles con espacios de almacenamiento, en los que además podamos dejar varios cajones para que sean ellos los que hagan de éstos el cajón de sus secretos.
El Estudio Rey fomenta nuestra propia originalidad por medio de sus creaciones. Al igual que la pared-pizarra, podremos poner un árbol en nuestra pared que decoraremos a nuestro gusto. Las ramas estarán a nuestra disposición para llenarlas de nuestras mejores innovaciones, donde, como sugerencia, podamos recortar papeles de diferentes formas y colores y customizar así nuestra pared.
Barbara Chapartegui también conoce las necesidades de nuestros jóvenes. Al ser consciente de que invierten mucho de su tiempo en hacer los deberes, es interesante equipar su habitación con una buena mesa y silla de estudio. Además, como observamos en la imagen superior, se maximiza la luz de la habitación, imprescindible para su buena visión. En caso de querer menos luz, el estor la regulará a la perfección.
Otra forma de maximizar la luz de la habitación de los niños es colocar su cama frente a la ventana, de manera que nos despierte la agradable luz de la mañana, La inclinación de las paredes dará sin duda un toque informal y relajado, adecuado para la habitación de los más espontáneos de la casa. Llenémosla de color y démosle vitalidad, frescura y dinamismo. Bárbara Chapartegui sabe cómo.