Antes y después de 5 pequeños departamentos: ¡cambios asombrosos!

Joelia Dávila Joelia Dávila
hiện đại theo Suzanne de Kanter Architectuur & Interieur, Hiện đại
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Vivir en un apartamento de dimensiones reducidas puede llegar a ser complicado a largo plazo pues las necesidades van cambiando con el tiempo, la familia crece, aumenta nuestra carga de trabajo, nuestros hobbys requieren de un lugar especial, y con tantos cambios de pronto nuestra casa se vuelve ¡un caos! 

En una vivienda pequeña la tarea de adaptar el espacio a las nuevas necesidades puede parecer difícil, sin embargo existe un amplio abanico de posibilidades y una serie de cuestiones básicas cuyas respuestas nos llevarán por el buen camino:

1. ¿Qué es lo que necesitas realmente? Fuera de gustos o caprichos, es importante reconocer la verdadera necesidad pues no hay espacio para desperdiciar. ¿Viene un bebé en camino, vas a compartir con roomates, trabajarás desde casa?

2. ¿Con cuánto espacio cuentas? De esto depende la modificación integral que vaya a realizarse, pero no te aflijas si no cuentas con muchos metros cuadrados, el ingenio de los especialistas puede lograr maravillas y generar amplias y luminosas habitaciones en superficies muy breves.

3. ¿Cuál es tu presupuesto? De este detalle depende la administración del cambio, la calidad y cantidad de materiales y si la reforma la podrás realizar en una o en varias etapas. Recuerda que se trata de mejorar tu refugio para disfrutarlo en paz, no de hacer una mansión en donde al acostarte no puedas dormir por la preocupación de las deudas.

En este libro de ideas te mostramos 5 remodelaciones de apartamentos, la mayoría muy pequeños, en donde la creatividad, aliada con la precisa definición de necesidades y presupuesto, produjo interesantes y acogedoras maravillas, ¡toma nota!

1. Un departamento que tenía muchas divisiones

En este apartamento se dio total libertad a los diseñadores para eliminar las divisiones interiores y crear algo nuevo. Con esta libertad se integraron formas amables, se integraron áreas y desniveles en los plafones y se distribuyeron mejor las habitaciones.

Quitaron paredes…

El movimiento de las formas curvas en las paredes y de los niveles en el cielo logra un dinamismo atractivo en el lugar, y poco a poco se va vislumbrando la nueva apariencia del apartamento.

… y así quedó: ¡espacioso y mucha luz!

Esta es la propuesta terminada: un gran living que integra la estancia con el comedor y una pequeña cocina muy funcional y discreta. El color blanco en cada superficie crea un espacio luminoso y fresco, mientras que el piso cremoso le da el toque cálido que complementa el cuadro. La separación de espacios se genera por medio de elementos muy sutiles sin separar las áreas, como la diferencia de niveles en el cielo y la delicada curva del muro central, que indica el tránsito hacia las áreas públicas o las privadas.

2. Este departamento tenía pésima distribución

Con apenas 66 metros cuadrados, los diseñadores se las ingeniaron para lograr unos interiores amplios y bien iluminados además de modernos, eliminando la serie de divisiones y puertas que separaban y encerraban cada espacio, desde el vestíbulo hasta el único baño.

Basándose en la estructura original, que contemplaba un largo balcón compartido entre la cocina y la sala-comedor, se eliminaron los muros divisiorios y comenzó un nuevo juego de espacios comenzando con el cubo central del único baño. Éste se rediseñó, generando dos baños completos, ¡lo que es saber administrar el espacio!

(aquí podemos verlo mejor)

Esta es la planta original del apartamento. Como se puede ver, el baño al centro era el lugar del que partían todas las divisiones, un vestíbulo encerrado, un armario limitado, un baño grande y desperdiciado y un área social separada y oscura.

Así quedó después del cambio: ¡bonito y elegante!

Ahora el balcón es totalmente aprovechado, así como cada centímetro de la nueva estancia. Al lugar se llega directamente al cruzar la puerta principal, encontrándonos con una acogedora sala, un cocina bastante funcional y de corte minimalista que mantiene todo oculto y bien resguardado, y un pequeño pero práctico comedor cuyo color chocolate combina deliciosamente con el piso de porcelanato imitación madera. ¡Incluso hubo lugar para integrar una barrita desayunadora! Y junto al comedor, una puerta deslizable nos conecta con un estudio y sala multimedia.

(un plano con la nueva distribución)

A partir de repensar el baño surgió otro baño completo junto al recibidor, y al original se le integró una tina y un pequeño armario. Se amplió el área social hasta el acceso, evitando cualquier elemento divisorio entre áreas, e incluso se pudieron incluir varias área de almacenaje y armario junto a la televisión, frente al acceso, entre los ventanales del balcón y en la nueva sala multimedia. ¿Lo ves? Todo cabe en un jarrito ¡sabiéndolo acomodar!

3. Esta casita ya se estaba cayendo en pedazos

Este no es un apartamento sino una casa rodeada por un hermoso jardín, pero con las mismas características que los apartamentos anteriores: con una malísima distribución, muros divisorios, poca entrada de luz y, además, en estado de abandono. ¡Los jardines que la rodeaban estaba siendo ignorados por completo!

La arreglaron y mira como quedó: ¡moderna, luminosa y preciosa!

El cambio es sorprendente. La estancia, amplia y luminosa, se vuelca hacia el exterior gracias a los hermosos ventanales que ocupan las paredes. El color crema del piso con el blanco de las superficies hacen lucir los hermosos toques de color de los muebles y las cortinas, creando un espacio acogedor y luminoso.

Además, los espacios fueron aprovechados ¡al máximo!

Ahora sí se aprovechan las vistas de los jardines al máximo, se eliminaron los muros divisorios y la separación de áreas se lleva a cabo gracias a este murete que funciona como librero por un lado y como alacena por el otro. Al igual que la estancia, los pequeños destellos de color hacen de éste un fascinante y colorido lugar.

4. En este departamento muy pequeño no se aprovechaban bien los metros cuadrados

En esta imagen vemos el pasillo después del acceso de un limitado apartamento con una distribución bastante complicada, pero con mucho potencial.

Los trabajos comenzaron renovando las instalaciones para revestir piso y muros con nuevos materiales y usos. A la derecha vemos que el piso se recubrió con un hermoso laminado oscuro y a lo largo del pasillo se instaló un armario estrecho que mantiene todo en orden y cuyo color y estilo discreto logra una sensación de prolija perfección, organización y sencillez.

Al remodelarlo quedó espacioso ¡y cada metro cuadrado muy bien aprovechado!

El pasillo renovado lleva a una estancia pequeña pero que se percibe amplia y fresca gracias al color blanco, que lo ocupa todo, a la nueva organización de la cocina a lo largo del muro, y al pequeño comedor al centro del lugar. Junto al comedor, un cómodo sillón y un organizador multimedia adherido a la pared se llenan de luz gracias a las ventanas, que comunican con un fresco y radiante jardín.

5. Un departamento de 60 metros cuadrados: ¡desastre total!

Un apartamento de más de un siglo de antiguedad cuyos propietarios pretenden que funcione como lugar de alojamiento para turistas, contaba con tres bóvedas que servían para separar la vivienda en tres espacios. Pero la modernidad alcanzó los pasos de este sueño y cada centímetro tuvo que renovarse.

Así quedó después de la remodelación: ¡mucha luz y modernidad!

Aquí podemos ver el área central, en donde la puerta nos integra a una cómoda estancia con un gran sofá en forma de triángulo y un pequeño vestíbulo que sirve también de estudio, y si seguimos el camino trazado, éste nos lleva al comedor y la cocina. El estilo es muy simple, con cierto toque escandinavo y algo de industrial, ligeros destellos rústicos y mucha paz y calma, gracias a los delicados y cálidos colores.

La nueva distribución para que te des una idea:

Para comprender mejor la nueva distribución y la separación original de áreas, veamos estos planos. En la imagen inferior se pueden percibir las tres zonas delimitadas por las bóvedas: la habitación a la izquierda, la cocina a la deracha y el vestíbulo y estancia al centro. En la imagen superior vemos que la distribución de la estancia es bastante novedosa, un sendero que conecta directamente al comedor y cuyos límites son por un lado la sala y por el otro el vestíbulo de la habitación. Veamos cómo luce en realidad.

La recámara del pequeño departamento

El último espacio está reservado para el dormitorio. Una serie de muretes bajos dividen el baño y vestidor del área de dormir. Los muebles son los mínimos, pues la idea es disfrutar del espacio, la luz y la calidez de los materiales y las vistas, colocando únicamente lo indispensable. Un apartamento sencillo pero sumamente acogedor y con una riqueza histórica envidiable.

Si quieres seguir disfrutando de renovaciones de casas antiguas, visita El antes y después de una casa rústica, ¡transformación increíble!

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