Relata la autora de éste proyecto, la arquitecta, que la casa a visitar hoy surgió como respuesta a las necesidades de su cliente, una mujer profesional de carrera exigente que necesitaba un hogar agradable, relajado y en contacto con la naturaleza. La propuesta elaborada transformó éstos requerimientos en una vivienda de dos plantas, en donde 279 m2 albergan áreas sociales, dormitorios, 2 baños y un paisajismo hermoso que se integra a la vivienda gracias a sus amplios ventanales. Con pocas divisiones, espacios luminosos y un estilo moderno y hogareño, esta vivienda es toda una joya digna de recorrer. ¡Comprúebalo tu mismo!
Buscando marcar el acceso principal, la entrada a la casa se define con un saliente en la pared lisa de tono beige, creando un contraste con el volumen del acceso resistiendo el mismo con piedra natural. La casa, de dos niveles, se presenta como una construcción moderna, de líneas simples y pocos ornamentos para resaltar la volumetría de la misma.
Acercándonos más a la puerta principal, el detalle de las texturas se amplifica, pudiendo apreciar el grafiado de la pared beige de fondo que funciona como un lienzo para resaltar los arbustos que se encuentran en el jardín frontal. La puerta principal luce robusta y pesada, componiéndose por un marco de madera y vidrio esmerilado que crea un bonito y moderno contraste. Gracias al balcón que observamos en la otra vista, se genera un pequeño porche que protege a todo el que entre a la vivienda. ¡Echemos un vistazo!
Vista desde el lado opuesto de la entrada, notamos que el área social de la planta baja, compuesta por dos salas distintas, es un amplio espacio cuya sensación de grandeza se amplifica gracias a la uso del color blanco y beige claro, creando un contraste con ciertos elementos claves revestidos de piedra para añadir textura. Careciendo de divisiones, el mobiliario es el encargado de marcar los espacios, siendo éstos de diversas texturas que se mantienen dentro de la paleta de colores cálida de la arquitectura interior.
Luminosa y abierta, el área de la cocina está comprendida por un gran mesón y área de trabajo en forma de L
, aprovechando al máximo el espacio disponible y permitiendo crear cerramientos acristalados que permiten el paso de la luz natural. Dado a que el tope y el mobiliario del comedor/desayunador son oscuros, las paredes se mantuvieron blancas, acompañándose por un diseño en yeso que alberga los ojos de buey de luz blanca para obtener iluminación artificial.
Visto desde el lado opuesto, el espacio destinado para la cocina se funde con el área del comedor formal, teniendo dos mesones distintos para usos de diario o cenas especiales. La decoración y el mobiliario utilizado recrean un estilo rústico y hogareño, que combinado con los colores blancos y líneas simples de la cocina crean un agradable espacio.
El excelente diseño de los jardines y retiros de la vivienda logró crear pasajes llenos de verdor, donde el usuario puede recorrer el terreno sin necesidad de entrar a la casa. Aprovechando ésta área verde, los cerramientos sólidos de la casa se alternaron con grandes ventanales de tono azulado para permitir el paso de luz natural, además de permitir el disfrute del hermoso paisajismo desde adentro de la casa.
Pasando al área privada, el cambio se siente en la habitación principal gracias al cambio de piso, sustituyendo el porcelanato por laminado de madera, aportando calidez al espacio. Buscando un diseño sencillo pero con impacto, el plano vertical detrás de la cama se coloreó de un intenso tono fucsia, siendo la pared donde menos reposa la vista, mientras que el resto de los muros y decoración se mantuvo en color blanco.
Aunque combinando diversas texturas y colores, el diseño de éste baño luce armonioso y único gracias al balance entre texturas fuertes, colores neutros, y acentos en tono turquesa para detalles como el espejo y objetos decorativos. La pieza protagonista de éste baño es el lavamanos, objetos creado a partir de mosaicos de distintas tonalidades y texturas, combinando con la pared y el tope de piedra natural en color beige, elementos que hacen contraste con la textura de madera.
Por último, un vistazo al cuarto de baño principal nos muestra un amplio y cómodo espacio con todo lo necesario para ser un baño de primera. De tonos grises y neutrales, las piezas blancas complementan el color frío de los revestimientos de paredes y pisos, mientras que la madera de la puerta y el gran mueble principal aportan calidad para no hacer del cuarto un lugar frívolo.
Las combinaciones de texturas, colores y estilo en éste proyecto resultan fascinantes y agradables a la vista, fusionando el buen gusto con arquitectura funcional.