Inclinándonos por las habitaciones abuhardilladas

José Manuel Peñalver Romero José Manuel Peñalver Romero
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Las buhardillas poseen un encanto especial. Dejaron de ser aquel espacio húmedo y frío de los antiguos edificios para convertirse, incluso, en una nueva tipología de vivienda que mantiene en su espíritu la esencia bohemia de sus orígenes. En este artículo nos vamos a centrar en un espacio en concreto: el dormitorio abuhardillado. La inclinación del techo siempre crea un juego de espacios acogedor, especialmente apropiado para los dormitorios. Al reducirse la distancia al techo, se incrementa la sensación de arropamiento y abrigo. Su morfología va desde las que presentan superficies enlucidas, a las acabadas en madera o que dejan las vigas a la vista. Tanto la inclinación como las reducidas dimensiones de la pared abuhardillada pueden aprovecharse para colocar armarios a la medida que se adaptan perfectamente al plano inclinado de la habitación. Descripciones aparte, lo mejor ahora es pasar a ver la selección que te hemos preparado. En algún caso tendrás que agachar un poco la cabeza.

Amplitud por encima de todo

El techo enlucido en blanco de esta imagen comparte con nosotros unas vigas de madera natural pintadas en colores intensos cercanos al amarillo. El espacio abuhardillado fue diseñado por Quino Prades y concede al dormitorio hace de él una acogedora estancia que se deja seducir por los tonos claros y la luminosidad abundantes y por unos complementos de madera que aportan el estilo rústico final. 

100% buhardilla

¿Qué ocurre cuando toda la casa es abuhardillada? En primer lugar hay que plantearse cómo aprovechar mejor los espacio inclinados. Una idea es situar el cabecero de la cama se sitúa contra la pared principal dejando las vistas a la ventana abuhardillada. Otra, destinar usos que no requieren estar de pie, así, la bañera se sitúa junto a la ventana de forma mucho más discreta al tratarse del último piso. 

La imaginación entra por la ventana

Una buhardilla con techos inclinados puede ser el lugar perfecto para instalar un dormitorio infantil. Las medidas de los más pequeños hacen que se adapten con mucha más facilidad a las dimensiones de estos espacios. En la imagen vemos un dormitorio con techos altos y amplios espacios para que su pequeño morador pueda sentirse más mayor y disfrutar aún más de un entorno que fomenta la imaginación y promueve la creatividad.

Un palomar reformado

En esta otra imagen os presentamos parte de una reforma tremendamente singular. Un viejo palomar fue transformado para convertirlo en una vivienda original y con todas las comodidades. La parte del dormitorio queda inundada de luz gracias a la ventana que se abrió en la estructura del techo inclinado. Es independiente del salón, la cocina y el comedor y está estratégicamente situada por lo que no necesita de puertas. La imaginación una vez más extiende sus alas para crear un espacio con muchísimo encanto.

Inclinados hacia el descanso profundo

La madera en la cubierta, las vigas y la carpintería en general siempre es una garantía de calidez e intimidad. Es lo que hace de un dormitorio abuhardillado un espacio tan acogedor y tan apetecible. La inclinación del techo junto a una decoración intencionada construyen una atmósfera relajante que contribuye al descanso y la relajación profundos.

La fuerza de la costumbre

En la segunda planta de un maravilloso ático urbano, encontramos la buhardilla y en ella el dormitorio principal. Una mampara de cristal protege el hueco de la escalera y el lado más bajo del techo sirve para colocar un mueble auxiliar. A veces, por la proximidad del techo, no queda más remedio que extremar las precauciones para evitar coscorrones. Es cuestión de acordarse y acostumbrarse.

Brillando con luz propia

Cuando las dimensiones del espacio lo permiten, la mejor forma de colocar la cama en una buhardilla es situar el cabecero contra la pared. Es más cómodo, reducimos el riesgo de golpearnos contra el techo y aprovechamos mejor el espacio. Las ventanas no hacen otra cosa que regalarnos un abundante caudal de luz para que el dormitorio brille con un protagonismo especial.

¿Qué hacer con las paredes inclinadas?

Esta imagen resume a la perfección cualquier idea para aprovechar las paredes inclinadas de una buhardilla. Unos armarios hechos a medida, aprovechando al máximo todos los ángulos y esquinas, se convierte en una zona de vestidor, abierta y a la que acceder cómodamente. Incluso la pared más baja, es aprovechada para almacenar complemento. Es la capacidad de adaptarse y con un excelente resultado.

Envueltos en la historia

En este otro ejemplo, el material dominante en todo el dormitorio es la madera; en el suelo, muebles y espacialmente en las vigas. Aquí es donde el encanto de las habitaciones abuhardilladas se multiplica: la exposición de un elemento tan rústico y con tanta personalidad como las vigas de madera confiere un encanto diferente a cualquier buhardilla, no sólo confiesa el origen de su estructura sino que comparte su antigüedad y su historia. Un lugar para dejarse envolver por el tiempo.

Un antes y un después

Para el final, hemos querido reservar, una imagen del antes y el después de una reforma. Nada tiene que ver el aspecto inicial con el resultado final. Las vigas son el único elemento superviviente, por su encanto y personalidad como veíamos antes, en esta profunda reforma. En enlucido de las paredes, el mobiliario y la iluminación hacen de este nuevo dormitorio un espacio donde habitan el sosiego y el descanso. 

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